Un día: aquel padre desesperado para educar a su hijo, en una madrugada pensó en hablar con hijo y hacer un trato con el y así fue, al amanecer fue a la ferretería rumbo a su trabajo y compro un martillo y muchos clavos, y al llegar del trabajo en la noche, llamo a su hijo y le dijo: Hijo amado, ven y siéntate que quiero hacer un trato contigo el hijo sorprendido y curioso del aquel trato le pregunto:
¿Cuál trato?
Y el padre le respondió:
hijo te amo mucho y ya no te voy castigar de aquí en adelante.
rápidamente se noto un sonrisa discreta de aquel hijo, Pero dijo el padre: solo si me prometes no mentirte a ti mismo en lo que te voy a pedir, luego dijo el hijo al padre: que es lo que no debo mentir y lo que debo de hacer, el padre le mostró el martillo y todos los clavos y le explico que por cada falta, en casa y en cualquier lugar, tenia que clavar un clavo en la puerta de su dormitorio, y que ellos no le preguntaran el motivo de cada clavo, solo tenia que prometer con todas sus fuerzas de aquel pacto entre el sus padres y aquel niño acepto el trato, prometiendo las condiciones.
Al día siguiente no respeto a sus compañeros de clase y se acordó del trato al llegar a casa y con temor y dudas clavo en ese día un clavo, y noto que su madre y su padre al llegar de trabajar no le dijeron nada, entonces entendió que sus padres cumplirían el trato y no falto el también al trato y con el pasar de los días clavaba cada falta sin faltarle ninguna.
pero un día llego a su casa de estudiar tomo el martillo y 3 clavos y al mirar su puerta noto que ya no había mas espacio para mas clavos y preocupado porque su trato era clavar en su puerta sus faltas, el martillo y los clavos cayeron al suelo y se arrodillo ante su puerta y no pudo contener las lagrimas que provenían desde su corazón al reconocer que era una vergüenza para sus padres y que ya no soportaba mas la carga de ver todos los días sus faltas pasadas, al llegar la noche el hijo abrazo a su padre y llorando amargamente le pidió hacer un nuevo trato y el quería ser un niño bueno, el padre sonrió y tomo el martillo y los tres clavos que faltan clavar y los guardo y le dio de nuevo el martillo y dijo al hijo.
El nuevo trato será que por cada buena obra que hagas tu podrás sacar un clavo a la vez, el hijo prometió ser un niño bueno e inicio ha ser conforme al nuevo trato y con el paso de los días logro llegar a sacar todos los clavos y lloro de felicidad por sentirse limpio de sus faltas y llamo a sus padre y le mostró a su padre que no tenia mas clavos en su puerta, y su padre le dijo no olvidara como había quedado la puerta y noto que su puerta estaba destruida por los clavos y se sintió culpable de lo pasado a pesar de ya no tener mas clavos, al día siguiente el padre premio a su hijo con una nueva puerta mas preciosa que la anterior y saco de la casa la puerta dañada y al llegar su hijo vio a su padre junto a su nueva puerta y le agradeció mucho y el padre le dio nuevamente los tres clavos que no clavo y el martillo y el hijo lo miro y le dijo llorando, tengo que clavar en mi nueva puerta los que me falta clavar del trato anterior, le embargo una profunda tristeza al hijo y el padre le dijo ¡NO!
¿Por qué? le dijo el hijo, le responde su padre y le dijo esos tres clavos representas los tres clavos que nuestros Señor Jesucristo llevo en la cruz del calvario, para pagar todas nuestras faltas y darnos una nueva vida mas preciosa que la que teníamos.
No importa cuantas obras hagamos en este mundo para quitar nuestras pecados hacia Dios y hacia los demás, borrar nuestros pecados, solo Dios en su gracia y Amor lo puede hacer cuando le entregamos nuestra vida a él. Pero siempre llevaremos los recuerdos como una marca, pero ya no los pecados, así que nos lleva a un genuino arrepentimiento y la experiencia, satisfacción y seguridad del perdón de Dios.
By: Luis
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