LAS AFLICCIONES (Pastor Ignacio Hernandez)


Como cristianos, nos hemos entregado a Dios y le hemos confiado nuestras vidas y nuestros planes.  Oramos, tenemos fe, vamos a la iglesia, y dedicamos tiempo para hablar y relacionarnos con El.
 
Creemos en el fondo de nuestro corazón que si estamos con el, todo va a marchar bien.  Y así  es durante la mayor a del tiempo.  Dios nos da felicidad, gozo, y paz.
 
Pero hay ocasiones en que la vida pierde su brillo y se torna gris.  El panorama a nuestro alrededor se vuelve sombrio y triste.  Todo nos sale mal y vienen problemas que nos roban la calma y la paz.  La vida arremete contra nosotros con fuerzas propias de un vendaval, y una gran tormenta invade nuestra felicidad y nuestra experiencia cristiana.
 
En estos momentos, es normal que la desesperanza se apodere de nosotros y que perdamos nuestro sentido de dirección .  Oramos y oramos para que Dios nos saque del mal momento, para que nos abra un camino.  Pero, mientras más oramos, más pareciera que las cosas empeoran. Empezamos a sentir que no vale la pena seguir luchando.  Preguntamos  por que ?, una y otra vez. Dudamos de las promesas de Dios y sentimos que  El no nos escucha, y que nos ha fallado.  Incluso podemos llegar a sentir que E l no nos quiere.  
 
Pero, quiero decirte hoy que en esos precisos momentos, cuando todo parece perdido, es cuando Dios esta  más cerca de ti.  El Si  ve y Si  escucha.  E l te ve. Ve tu desesperanza y escucha tus ruegos.  Entiende tus l grimas.  Su corazón se conmueve cuando te ve sufrir.
 
Quizá s te preguntes, que por que , si E l se conmueve al verte llorar, no le pone fin a tu sufrimiento.   Por que  permite que pases por esto?
 

Dios hará  algo nuevo
 
Quizá s no lo entiendas ahora.  Pero Dios tiene una amorosa respuesta, tiene un poderoso propósito para tu vida, y algún  d a lo entender ás.
 
Pero por mientras, cuando en su infinito amor permite que tu cielo se oscurezca, E l será  fiel y cumplirá  su promesa de estar contigo mientras dure la tormenta.   El estar  contigo cuando caiga cada rayo y cuando retumbe cada rela mpago.  Estar  cerca de ti.  Te tomar  en sus brazos.  En esos momentos, para E l, ser ás especialmente Especial.
 
Lo Ú nico que te pide es que confí es en É  l.  Confía en su sabiduría  y en su amor. Al final de esta tormenta, el hará   algo nuevo, tal como promete en Isa as 43:19:
“He aquí  que yo hago nueva; pronto saldr á a luz,  no lo conocer is? Otra vez abrir  camino en el desierto y ríi os en la tierra esté ril.

Cuá n maravilloso es el Dios que servimos!  El conoce el principio y el fin de cada historia.  Y al final de este capí tulo amargo por el que atraviesas,É l har á algo maravilloso para ti.
 
Has  que no desmayes ni te rindas.  Aunque tus lá grimas caigan a torrentes y no puedas ver el porvenir.  El ve cada lá grima que has llorado, y las ha contado, y sabe lo triste que está s.   É l te ve, cuando te postras de rodillas clamando a É l.  Y te escucha.  Y ha prometido que al final de esta tormenta “abrir  camino en el desierto y rí os en la tierra esté ril.”

 Ves la relación? Usar  tu tormenta para irrigar tu desierto y hacerlo germinar.  Al final de esto,  las flores germinará n en tu vida! 
 
Él esta contigo
 
 Dios te Ama!  Puedes tener plena confianza en  esta verdad.  El ve y sabe por lo que está s pasando.  Aunque tú  no lo veas y, aunque no lo creas, Él se ha detenido junto a ti mientras estas en ésta oscuridad.  No importa si tu tormenta dure una o dos, o una semana o dos.  Quizás ya llevas bastante tiempo has , y ya hasta has perdido la cuenta del paso del tiempo. 
  
Pero Dios no ha perdido la cuenta.  É l ha estado contigo desde el primer minuto, el primer segundo, el primer instante en que comenzó a llover.  Vio la primera gota caer y lleva la cuenta de cuanto caudal ha corrido. Y quiere que recuerdes que con esta tormenta, É l hará  algo bonito en tu vida; con esta tormenta hará “ríos en la tierra estéril”.
Dios te ama. Es posible que tu tormenta te parezca injusta y larga. Pero recuerda que solo es un temporal. Es una situació n temporal. Pronto, É l le ordenara a la lluvia cesar, y su amor inundar cada rincó n de tu vida, el sol volver a brillar, y tú volverá s a sonreí r y a tener paz. Sigue confiando en É l porque pronto, muy pronto,É l har á “cosa nueva para ti”. Miqueas 6:8 Oh hombre, l te ha declarado lo que es bueno, y qu pide Jehov de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Gracia y Paz Para Todos. Dios Les Bendiga!
By: Pastor Ignácio Hernandez

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